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Prácticas bancarias para la cancelación de hipotecas previas

Las entidades bancarias emplean diversas estrategias para obtener ingresos tanto de sus clientes como de terceros. Una de las prácticas más comunes es la tramitación de cancelaciones hipotecarias. En nuestro trabajo cotidiano colaboramos estrechamente con entidades bancarias que ofrecen hipotecas a nuestros clientes para la adquisición de propiedades mediante préstamos. En ocasiones, nos vemos en […]

Las entidades bancarias emplean diversas estrategias para obtener ingresos tanto de sus clientes como de terceros. Una de las prácticas más comunes es la tramitación de cancelaciones hipotecarias.

En nuestro trabajo cotidiano colaboramos estrechamente con entidades bancarias que ofrecen hipotecas a nuestros clientes para la adquisición de propiedades mediante préstamos.

En ocasiones, nos vemos en la necesidad de vender propiedades que aún tienen hipotecas registradas a favor de otras entidades.

Para levantar la carga hipotecaria, existen tres vías:

  • La escritura de cancelación notarial seguida de su presentación en el registro de la propiedad,
  • El uso de una carta de pago si la hipoteca proviene de un organismo oficial,
  • La cancelación por caducidad después de 20 años desde el fin formal de la hipoteca, que requiere una solicitud ante el Registro de la Propiedad.

Generalmente, las entidades bancarias retienen los fondos necesarios para realizar la cancelación.

Sin embargo, resulta injustificado que las gestorías que tramitan nuevas hipotecas intenten cobrar entre 400 y 600€ por la gestión de cancelación, cuando los honorarios pertinentes apenas alcanzan los 80€, y que nosotros podemos hacer sin coste adicional para nuestros clientes.

Es una práctica abusiva que coacciona a los vendedores condicionando la firma de la escritura de compra-venta a la contratación de servicios innecesarios a precios inflados.

Otra situación común la encontramos cuando la escritura de cancelación ya está presentada en el registro de la propiedad, pero ni el banco ni su gestoría han llevado a cabo dicha presentación.

En este escenario, se nos amenaza con la negativa a firmar la compra-venta a menos que se les encargue la gestión, con la clara intención de imponer tarifas exorbitantes por servicios.

Es importante destacar que las tarifas cobradas por notarías, nosotros u otras gestorías no vinculadas representan tan solo un veinte por ciento de lo que la gestoría bancaria cobra por el mismo servicio.

Además, queremos subrayar que en nuestra empresa ofrecemos la posibilidad de realizar este trámite sin costos adicionales para nuestros clientes, evitando así gastos innecesarios y prácticas abusivas.

Siempre recomendamos a nuestros clientes vendedores que eviten gastos innecesarios. Algunas entidades nos permiten gestionar la cancelación reteniendo los gastos estimados y reembolsándolos una vez completada la tramitación.

Sin embargo, la mayoría de las entidades consideran estas gestiones como una fuente de ingresos adicional sin riesgos.

Cada año se cancelan alrededor de 400.000 hipotecas, y las gestorías bancarias imponen tarifas desproporcionadas por estos servicios, los cuales no justifican los ingresos que generan.

Consideramos que el Banco de España debe intervenir en esta situación abusiva, donde la gestión, que en realidad es un trámite, se convierte en obligatoria para el vendedor, imponiendo empresas y tarifas específicas que alimentan comisiones bancarias.

Es imperativo que se tomen medidas para regular estas prácticas y garantizar la equidad y transparencia en las transacciones hipotecarias, evitando así el aprovechamiento de las entidades bancarias y sus gestorías a expensas de los clientes.

Artículo escrito por la Agencia

LF Cantabria - Santander

En LF Cantabria, además de estar al corriente sobre el estado actual de mercado inmobiliario en Cantabria, todos los agentes recibimos una constante formación sobre todos los temas relacionados con este sector (aspectos jurídicos, económicos, nociones de arquitectura, fiscales…).