Hoy en día, muchos jóvenes no pueden acceder a la compra o al alquiler de viviendas debido a la precariedad del trabajo.
Muchas madres y padres ayudan a sus hijos e hijas a poder acceder a una vivienda, ya por medio de una donación, de in préstamo, donar un inmueble en propiedad e incluso pagar la fianza del alquiler del piso. A continuación, desarrollaremos y explicaremos cada alternativa.
Dar o prestar dinero para un inmueble
Las entidades bancarias suelen pedir una entrada entorno al 20 % y tan solo suelen financiar hasta el 80 % del valor del inmueble. Hoy en día, a los jóvenes les resulta realmente complicado poder ahorrar para la entrada del piso.
En una gran mayoría de los casos, los progenitores les ayudan mediante un préstamo entre particulares mediante un contrato con un interés de 0% o por medio de una donación. En este último caso, se debe declarar en Hacienda y abonar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones aunque este dependerá de las comunidades autónomas ya que en algunas este impuesto está bonificado.
Según datos de Fotocasa, “estos gastos corresponden al primer mes, a la fianza (una mensualidad de la renta), a la garantía adicional (dos mensualidades) y a la comisión inmobiliaria (un 10% del coste anual del alquiler)”.
Compra de la vivienda en usufructo
Esta otra alternativa consiste en disfrutar y usar de una propiedad sin ser el propietario. Es decir, los progenitores son los que la compran y sus descendientes son los que tienen el derecho de usufructo.
Donación de un inmueble
Este caso consiste en la trasmisión de una vivienda de padres a hijos de la titularidad de esta en vida de los progenitores. Esta forma es considerada como una alternativa a la herencia. Para esto, es necesario reescriturarla ante notario y cambiar su titularidad en el Registro de la Propiedad.
Progenitores como avalistas
Finalmente, otra alternativa de los progenitores es convertirse en los avalistas de sus hijos cuando se realiza un contrato de alquiler. Muchos propietarios para proteger sus intereses solicitan una garantía adicional si el inquilino no cuenta con una cierta solvencia económica y estabilidad.
Finalmente, otra de las opciones que tienen los padres para ayudar a sus hijos es convertirse en los avalistas del contrato de alquiler. Se trata de una garantía adicional que puede solicitar el propietario si los inquilinos no cuentan con cierta estabilidad y solvencia económica.