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Abstenerse agencias

Un topicazo, ¿les suena? En cualquier caso una frase desafortunada a mi humilde entender, que cualquiera que esté en la difícil tarea de buscar un inmueble para comprar o alquilar lo ha visto en innumerables anuncios de particulares. Algunos lo hacen de una forma neutra y simple, otros lo piden por favor y también los […]

Un topicazo, ¿les suena? En cualquier caso una frase desafortunada a mi humilde entender, que cualquiera que esté en la difícil tarea de buscar un inmueble para comprar o alquilar lo ha visto en innumerables anuncios de particulares.

Algunos lo hacen de una forma neutra y simple, otros lo piden por favor y también los hay algo agresivos.

Tras décadas en la profesión inmobiliaria todavía hoy sufro cierto impacto cada vez que me encuentro con ello. No deja de doler leer un rechazo tan directo a un sector con excelentes profesionales que no dejan de dar un enorme servicio a mucha gente.

Probablemente lo más básico sería pensar que aquellos que nos juzgan de esa manera han tenido una experiencia negativa con alguna agencia, pero con el tiempo he visto que muchas veces no es tan simple la deducción. Y me explico a continuación.

¿A quién le gusta saber que su profesión goza de mala fama? En este mundo del big data, de decisiones tomadas conforme a datos reales, pues humildemente en mi agencia nos pusimos a dedicar un tiempo a tratar de poner un poco de luz a este mala imagen.

Para ello realizamos un pequeño estudio de mercado llamando a varios propietarios de estos anuncios. Les hicimos tres preguntas simples: la primera si habían trabajado con agencias, el 79% de los encuestados lo habían hecho. La segunda, si habían tenido alguna mala experiencia y solo el 14% la habían tenido. La tercera pregunta era más abierta sobre el motivo de poner esa frase.

Aquí las respuestas fueron muy variadas, desde las malas experiencias aquellos que las han tenido, hasta los que dijeron que porque lo habían visto y simplemente les pareció bien y lo copiaban, también por las altas comisiones, y algún otro por desconfianza general o porque tienen tiempo y hasta algunos pocos, porque saben hacerlo.

La buena noticia de todo ello es que no detectamos mucha agresividad o negatividad hacia las agencias. En general la gente al escribir un anuncio no tiene reparos en poner algunas cosas que a muchos nos pueden parecer agresivas.

No necesariamente Abstenerse agencias es agresivo. Puede ser una puñalada para los que nos dedicamos a esto, pero si rascas y preguntas al que lo ha escrito lo cierto es que alguno hasta llega a preguntarse porque lo hizo.

La mala noticia es que bastantes particulares nos ven caros y prescindibles.

Hemos notado un cambio de tendencia en el mercado, hace unos años el porcentaje de particulares era más alto pero es muy difícil calcularlo, no hay datos fiables ni estadísticas por lo que tenemos que tirar de imaginación para llegar a esta conclusión con datos reales.

He hecho una búsqueda en un portal inmobiliario de pisos en venta en un distrito de Madrid, los he ordenado por precio y los resultados son los siguientes: dentro de los precios más bajos del distrito sólo el 10% eran de particulares; entre los precios medios del distrito, un 20% eran de particulares, y no encontré ningún particular entre los pisos más caros del distrito.

Podemos concluir por tanto que hay un porcentaje muy grande de viviendas que se gestionan a través de agencias y me da en la nariz que este porcentaje se va incrementando especialmente en los extremos de precio altos y bajos.

Es nuestra labor, la de las agencias, saber poner en valor nuestro servicio y demostrar que los honorarios que cobramos están sobradamente justificados por los servicios que ofrecemos y la seguridad jurídica, administrativa y económica que aportamos a los propietarios y a los compradores, especialmente en operaciones más complejas.

Las buenas agencias saben hacer valoraciones y aconsejar en momentos de incertidumbre, tenemos acceso a herramientas potentes de valoración a las que un particular no tiene acceso.

Las buenas agencias saben asesorar qué es lo mejor para un cliente incluso si no coincide con su idea inicial, hay implicaciones fiscales, administrativas, legales y económicas que muchas veces un particular desconoce y no tiene en cuenta y le pueden ahorrar un montón de dinero.

Las buenas agencias conocen bien los procesos de venta, las técnicas de negociación y los trámites legales y administrativos y riesgos que conlleva hacer algo mal. Las buenas agencias saben sin duda cómo presentar un inmueble y dónde hacerlo para llegar al cliente final mucho antes y mejor que un particular y las buenas agencias nos preocupamos por las personas involucradas en la operación.

Mi consejo para esos particulares es que antes de poner un anuncio tuvieran al menos un par de conversaciones con alguna de las inmobiliarias de la zona de interés, o incluso mejor con agencias referenciadas a través de conocidos.

Dejarse al menos asesorar inicialmente en la gestión de su inmueble, y ya posteriormente valorar la decisión de ir o no acompañado en el proceso de profesionales inmobiliarios.

Artículo escrito por la Agencia

ABS Inmobiliaria